Lunar y Vladimir García: más leña a la hoguera
Una vez más el pitcher avileño Vladimir García, ahora refuerzo de Pinar del Río, le propinó un pelotazo a Ramón Lunar, el villclareño que integró el Todos Estrellas de la recién concluida Serie del Caribe.
Con buen tino, unos minutos antes del play ball en el «Sandino» de Santa Clara, de la subserie contra Pinar del Río, Ramón Lunar mejor primera base de la última Serie del Caribe le comentaba a Vanguardia sobre su oponente desde el box, el mismo con el que tiene una telenovela de «odios y rencores».
Antes del episodio que marcó el choque, estas fueron las declaraciones:
«Vladimir es un pitcher igual que otro. Él que haga lo suyo, que yo haré lo mío. Sé que hay comentarios, pero nos llevamos normal. Aunque yo hasta ahora le he aguantado cosas que no se aguantan». Y tanto va el cántaro a la fuente, hasta que no se aguanta más.
Vladimir García en un estadio que le pesa, que le lástima el orgullo, puso el punto sobre la «i», por si restaban dudas. Algo que no tenía claro, al parecer ni el mentor naranja Ramón Moré, quien había anunciado a la prensa nacional hace unos días, que eso de la rencilla eran puros chismes. Obvio.
El episodio: Sale Lunar a su turno al bate, aplaudido hasta el delirio por su público, incluso hasta por Vladimir desde el montículo, y… pelotazo al primer lanzamiento. La segunda caricia a 90 millas que recibe Lunar de parte de García en lo que va de Serie Nacional, siempre al primer envío y en medio de rumores de enemistad. Evidente que el pitcher del «Cuba» es como un colegial enojado, de aquellos que pelean porque le rompieron la pita de tirar trompos.
En un comentario anterior había reflejado que hay heridas que no sanan, pero igual suponía que Vladimir estaba por encima de eso, de aquel jonrón, de aquellos batazos, que hacen de Lunar su «bestia negra». Pero no, el de Morón no encajó en ese papel.
Lo que sucedió después, tiene sus antecedentes en el irrespeto que tiene la mismísima Comisión Nacional de Béisbol por el arbitraje. El día que Lorién Lobaina fue sustituido por la mano de Higinio Vélez desde La Habana, acusado de haber perdido el tino por expulsar a García en un primer inning por la misma razón que la de esta noche, ese día la Comisión dio un aviso al resto: pongan las barbas en remojo y cuidado con ese tipo de decisiones. Por eso, el principal de esta ocasión, solo le puso la roja al villaclareño y le pasó la mano al avileño.
¿Qué capítulo le siguió al show? El público naranja se le fue encima al de la lomita de los suspiros, y con ello comenzó la pesadilla de Vladimir, que no tolera que 13 gargantas en el Sandino le griten ni amigo. El resultado fue que García no conservó la ventaja que los pinareños le dieron y tampoco ganó el partido. Se fue por lanzamientos y con el gesto más obsceno entre manos en «agradecimiento» a los abucheos del público. Ese gesto donde el hombre saca todo lo cavernícola al exterior, y demuestra que tiene órganos reproductores. No hay peor nota para el pitcher de Morón. / Texto de Mayli Estévez Pérez, tomado del periódico Vanguardia.
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