El Papa Benedicto XVI finalizó actividades oficiales en Cuba
El Papa Benedicto XVI concluyó sus actividades oficiales en Cuba con una Santa Misa que ofreció ante miles de creyentes y no creyentes en la emblemática Plaza de la Revolución José Martí de La Habana.
altFue la segunda misa de su Santidad en menos de 48 horas, ya que el lunes ofreció una similar en la Plaza Antonio Maceo, en Santiago de Cuba.
En la misa, junto a las autoridades eclesiásticas, estuvieron presentes el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, y otros dirigentes del Partido Comunista de Cuba, así como del Gobierno.
Desde el altar, creado para la ocasión en la base del monumento José Martí, el Cardenal Jaime Ortega agradeció al Papa la visita a Cuba en nombre del pueblo cubano.
Vestido de color morado, que en la iglesia significa penitencia, ante la cercanía de la Pascua, el Santo Padre bendijo a todos los asistentes y posteriormente pronunció la homilía, durante la cual manifestó su alegría por encontrarse en Cuba y reconoció los pasos que se han dado en la Isla para el ejercicio público de la fe.
El Pontífice obsequió un cáliz con su patena al cardenal Jaime ortega como prueba fehaciente de su visita a la nación caribeña.
Llamó el Papa a sembrar reconciliación y fraternidad en la búsqueda de la verdad y recordó la legitimidad de la fe cristiana en la construcción y desarrollo armónico de la sociedad.
También en su homilía en La Habana argumentó que el matrimonio y la familia son la dignidad ineludible de los hombres, que permite unir a personas de diferentes creencias y evocó al padre Felix Varela, educador, maestro e independentista, reconocido como el primero que enseñó a pensar a los cubanos.
El Santo Padre llegó a La Habana procedente de Santiago de Cuba donde ofició una misa y visitó en el poblado de El Cobre el santuario a la Virgen de la Caridad , la patrona de la nación caribeña, país en el que existe plena libertad religiosa.
En otra de las principales actividades pastorales del jefe de Estado del Vaticano, resaltó el encuentro de la víspera, de más de una hora con el presidente cubano, con quien intercambió sobre las ascendentes e ininterrumpidas relaciones entre Cuba y la Santa Sede.
Se preveé que en horas de la tarde, antes de finalizar su visita de tres días a la Isla, Benedicto XVI sostenga un breve encuentro con el líder de la Revolución cubana, Fidel castro.
A continuación, en texto íntegro, las palabras del Papa en la misa Habanera.
Queridos hermanos y hermanas:
«Bendito eres, Señor Dios…, bendito tu nombre santo y glorioso» (Dn 3,52). Este himno de bendición del libro de Daniel resuena hoy en nuestra liturgia invitándonos reiteradamente a bendecir y alabar a Dios. Somos parte de la multitud de ese coro que celebra al Señor sin cesar. Nos unimos a este concierto de acción de gracias, y ofrecemos nuestra voz alegre y confiada, que busca cimentar en el amor y la verdad el camino de la fe.
«Bendito sea Dios» que nos reúne en esta emblemática plaza, para que ahondemos más profundamente en su vida. Siento una gran alegría de encontrarme hoy entre ustedes y presidir esta Santa Misa en el corazón de este Año jubilar dedicado a la Virgen de la Caridad del Cobre.
Saludo cordialmente al Cardenal Jaime Ortega y Alamino, Arzobispo de La Habana, y le agradezco las corteses palabras que me ha dirigido en nombre de todos. Extiendo mi saludo a los Señores Cardenales, a mis hermanos Obispos de Cuba y de otros países, que han querido participar en esta solemne celebración. Saludo también a los sacerdotes, seminaristas, religiosos y a todos los fieles aquí congregados, así como a las Autoridades que nos acompañan.
0 comentarios